En 1937, Theodore Dobzhansky publica su libro "Genética y el Origen de las Especies" donde incorporó a la teoría de Darwin, los postulados de las leyes de Mendel además de los conocimientos que ya se tenían sobre genética, bioquímica y paleontología, haciendo una síntesis y resultando en la Teoría Sintética de la Evolución o Neodarwinista. Ésta se basa en los cambios evolutivos que se llevan a cabo en las poblaciones, y no en los individuos (hay que recordar que Darwin únicamente observó las variaciones en los organismos).
Un organismo nace, crece y con el tiempo muere, a través de su vida los individuos pueden sufrir cambios, pero su constitución genética permanece constante. Por otro lado, la constitución genética de una población puede variar de una generación a otra mediante procesos internos (mutaciones y recombinación génica) y procesos externos (selección natural y aislamiento reproductivo).
Sus afirmaciones básicas son:·
Tal y como sostuvo Darwin, la evolución ocurre por selección natural.
La variabilidad genética en una población se debe a la existencia de mutaciones.
La selección natural actúa sobre las poblaciones y no sobre individuos aislados.·
La evolución ocurre a lo largo de miles y millones de años.
Los cambios que se producen en las especies son pequeños y graduales.