La unidad de clasificación de los seres vivos es la especie, que puede definirse como el conjunto de individuos similares estructural y funcionalmente, que sólo pueden cruzarse entre sí y tienen un antecesor común. Las categorías taxonómicas forman un orden jerárquico, es decir, una serie de niveles en los que la categoría mayor abarca a todas las demás. Hay ocho categorías principales: especie, género, familia, orden, clase, división o phylum, reino y dominio. Cada categoría, desde especie hasta dominio, es cada vez más general e incluye organismos cuyo antepasado común era cada vez más remoto en su relación evolutiva. El nombre científico de un organismo se forma de hecho de las dos categorías más pequeñas: el género y la especie.