viernes, 22 de enero de 2010

REPLICACIÓN VIRAL

El proceso consta de las siguientes fases:
a) Fijación. Los virus se unen por la placa basal a la cubierta de la pared bacteriana.
b) Contracción. La cola se contrae y el ácido nucleico del virus se inyecta.
c) Penetración. El ácido nucleico del virus penetra en el citoplasma de la bacteria, y a partir de este momento puede seguir dos ciclos diferentes:
- Ciclo lítico. El DNA bacteriano fabrica las proteínas víricas y copias de ácidos nucleicos víricos. Cuando hay suficiente cantidad de estas moléculas, se produce el ensamblaje de la proteína y el DNA vírico y se liberan al medio, produciendo la muerte de la célula.
- Ciclo lisogénico. Se produce cuando el genoma del virus queda integrado en el genoma de la bacteria, no expresa sus genes y se replica junto al de la bacteria. El virus queda en forma de profago.

PRIONES.

No son ni ADN ni ARN, son simplemente proteínas. Son versiones erradas o mutadas de proteínas que normalmente se encuentran en animales y en humanos y que se “reproducen” sin necesidad de ADN ni ARN. Se cree que los priones interactúan con la proteína normal, forzándola a plegarse de manera anormal, convirtiéndose en un prión, aumentando su concentración con el tiempo, lo que explica porque las enfermedades causadas pueden ser hereditarias o transmitidas. Desórdenes neurodegenerativos como la encefalopatía espongiforme bovina (enfermedad de las vacas locas), el kuru (en ovejas) y la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob (en humanos) son causados por los priones.

VIROIDES.

Son filamentos de ARN sin capa proteica y que tienen una décima de tamaño de los virus normales. Como los virus, los viroides entran al núcleo de la célula infectada, en el que dirigen la síntesis de nuevos viroides. Se considera que son una versión más primitiva de los virus.
Una docena de enfermedades a cosechas se atribuyen a viroides como: la enfermedad del pepino pálido, las manchas del aguacate, y la enfermedad de la tuberosidad de la papa.

IMPORTANCIA DE LOS VIRUS

Médica. Son causantes de múltiples enfermedades con graves consecuencias: rabia, SIDA, ébola, fiebre hemorrágica, viruela, encefalitis, poliomielitis y fiebre amarilla. Sin embargo, la mayoría no causan complicaciones serias: gripe, sarampión, parotiditis, herpes, varicela, enfermedades respiratorias, diarreas agudas, verrugas y hepatitis. También se han asociado con algunos tipos de cáncer como la leucemia de las células T, los papilomas y las verrugas genitales.
Científica. Se usan como sistemas modelo para estudiar los mecanismos que controlan la información genética. Se aíslan ciertos genes virales que podrían clonarse para producir grandes cantidades de determinadas proteínas, que serían utilizadas como vacunas.

Estructura.

Un virus es básicamente un agregado de material genético – ya sea ADN o ARN– dentro de una cubierta proteica llamada cápside, la cual, a su vez, está conformada de fragmentos denominados capsómeros. Algunos tiene una capa lipoproteica denominada envoltura viral.

Estructura del VIH
Los virus tienes forma de: bastones, filamentos, cristales, hélices, poliedros y esferas, con diferentes extensiones adheridas, lasa cuales son antígenos que identifican, atacan y entran en la célula hospedera. Los virus son específicos de un cierto tipo celular siendo muy selectivos con sus hospederos y con las vías de entrada para infectarlos.

VIRUS

La simplicidad de los virus hace imposible llamarlos células, y de hecho se consideran fuera de los reinos de seres vivos. Son agentes genéticos que no poseen metabolismo ni organización celular por lo que se les sitúa en el límite entre lo vivo y lo inerte. Por una parte, si se encuentran flotando en el aire o en el picaporte de una puerta son tan inertes como una piedra. Pero si entran en contacto con una planta, animal o bacteria adecuada entran en acción, infectando y apoderándose de las células como piratas al asalto, son considerados parásitos intracelulares.Los virus son tan pequeños (entre 20 y 300 nm) que sólo se pueden ver a través de un microscopio electrónico. Su tamaño es tan reducido que el virus más grande tiene el tamaño de la bacteria más pequeña

SISTEMA DE 3 DOMINIOS – 6 REINOS

Desde Aristóteles hasta Linneo, los biólogos dividían el mundo de seres vivos en dos reinos: vegetal (Plantae), individuos inmóviles, autótrofos y fotosintéticos, y animal (Animalia), organismos móviles y heterótrofos.
En 1866, el alemán Ernst Haeckel sugirió la conveniencia de constituir un tercer reino: el Protista, que comprendiera los organismos unicelulares (bacterias, algas, hongos y protozoarios). En 1937, Chatton estableció un cuarto reino, el Monera, para abarcar a todos los organismos procariontes (bacterias y cianofitas), diferenciándolos de los eucariontes (plantas, animales y protistas).
En 1969, el biólogo R. H. Whittaker, establece un esquema de clasificación que reúne los organismos en cinco reinos. Él distinguió el reino Fungi (hongos y levaduras) como un reino separado de las otras formas de origen vegetal. Los hongos carecen de pigmentos fotosintéticos pero tienen núcleos y paredes celulares.
En 1990, Carl Woese comprobó que por la secuenciación del ARNr, los procariontes se dividían en dos grupos: eubacterias y arqueobacterias Propuso un nuevo taxón superior al reino que llamó dominio.
Todos los seres vivos se agruparían en 3 dominios: Bacteria, Archaea y Eukarya, de los cuales, dos son exclusivamente procariontes pertenecientes al que era el reino Monera (Bacteria y Archaea) y el tercero (Eukarya), formado por eucariontes, incluiría entre otros los reinos Protista, Plantae, Animalia y Fungi.

El sistema de tres dominios propuesto por Woese, es un modelo evolutivo de clasificación basado en diferencias en las secuencias de nucleótidos del RNAr y RNAt, en la estructura lipídica de la membrana y en la sensibilidad a antibióticos.
Este sistema propone que una célula ancestral común dio origen a tres diferentes tipos celulares: Archaea (arqueobacterias), Bacteria (eubacterias) y Eukarya (protistas, hongos, animales y plantas).

CATEGORÍAS TAXONÓMICAS

La unidad de clasificación de los seres vivos es la especie, que puede definirse como el conjunto de individuos similares estructural y funcionalmente, que sólo pueden cruzarse entre sí y tienen un antecesor común. Las categorías taxonómicas forman un orden jerárquico, es decir, una serie de niveles en los que la categoría mayor abarca a todas las demás. Hay ocho categorías principales: especie, género, familia, orden, clase, división o phylum, reino y dominio. Cada categoría, desde especie hasta dominio, es cada vez más general e incluye organismos cuyo antepasado común era cada vez más remoto en su relación evolutiva. El nombre científico de un organismo se forma de hecho de las dos categorías más pequeñas: el género y la especie.

EL USO DE LOS NOMBRES CIENTÍFICOS

Los primeros nombres que tuvieron las plantas y animales eran nombres comunes, pero estos tienen los siguientes inconvenientes:
· No son universales, sólo son aplicables a una lengua
· Sólo algunas plantas o animales tienen nombre vernáculo.
· A menudo, dos o más organismos no relacionados tienen el mismo nombre común o un mismo organismo tiene diferentes nombres comunes.
· Se aplican indistintamente a géneros, especies o variedades.

Las normas básicas para la escritura de los nombres científicos son:
· Se usa el latín o palabras latinizadas.
· La primera letra del género va en mayúscula; el resto del nombre (la especie) va en minúscula.
· Cuando se imprime, el nombre científico se escribe con letra cursiva (o itálica). Cuando se escribe a mano o a máquina, se subraya.
· Al final del nombre científico se acompaña el apellido abreviado del autor que lo describió. Lam es abreviación de Lamarck y L de Linneo. Así, por ejemplo, el encino es Quercus rotundifolia Lam, el pino piñonero es Pinus pinea L.

SISTEMA BINOMIAL DE LINNEO

El botánico sueco Carlos Linneo reveló los problemas en el arreglo sistemático de la botánica y esbozó su propio método de clasificación, en el cual las especies eran entidades reales que podrían agruparse en categorías superiores llamadas género. Parte de la innovación de Linneo fue agrupar los géneros en taxa superiores que se basaban en similitudes compartidas: los géneros en órdenes, los órdenes en clases, y las clases en reinos. Simplificó la nomenclatura científica al dar un nombre latino para designar al género y uno para la especie, la nomenclatura binomial.

TAXONOMÍA

La Taxonomía identifica y asigna nombres científicos a los organismos basada en las relaciones evolutivas naturales. Un buen sistema de clasificación permite a los biólogos saber muchas cosas acerca de un organismo si conoce las características del grupo al que pertenecen.
La clasificación es la asignación de organismos a grupos dentro de un sistema o jerarquía de categorías distinguidos por su estructura, orígenes y otros rasgos. Existen varios tipos de clasificación:
· Sistema artificial. Estrictamente utilitario basado en el hábito, color, forma u otros caracteres de un tipo similar.
· Sistema natural. Basado en formas de parentesco.
· Sistema filogenético. Cimentado en la historia del parentesco racial y en la descendencia evolutiva común.

Biodiversidad

La expresión “biodiversidad” o “diversidad biológica”, describe la cantidad y variedad de organismos vivos que hay en el planeta. Se define en términos de genes, especies y ecosistemas, que son el resultado de la evolución biológica. La especie humana depende de la biodiversidad para su supervivencia, por lo que puede considerarse a esta expresión como sinónimo de “vida sobre la Tierra”.

viernes, 15 de enero de 2010

ORIGEN DE LA VIDA

La cuestión sobre el origen de la vida y por ende de los seres vivos es, de hecho, una de las más antiguas en filosofía. Ya el filosofo Demócrito escribió que todo lo que existe en el universo es el fruto del azar y la necesidad. En la época moderna a lo largo del siglo XX encontramos reflejadas ambas posturas, a menudo antagónicas. Por ejemplo, el astrónomo británico Harold Spencer consideraba que la vida necesariamente aparece dados los elementos que se requieren, y escribió en 1940 algo así como: “Parece razonable suponer que, siempre que en algún lugar del universo aparezcan las condiciones adecuadas, la vida inevitablemente aparecerá.” En el mismo lado del debate encontramos al químico Melvin Calvin, quien concluía que todo lo que se requiere para estimar la probabilidad de vida celular en el universo, es conocer el número de planetas con condiciones similares al nuestro.
Así, en los últimos 2,500 años hemos pasado por diferentes teorías e hipótesis que tratan de una u otra forma explicar sin necesidad de las divinidades de antiguos pueblos y culturas como se generó la vida que conocemos en nuestro planeta y quizá en otros planetas más.
Desde la antigüedad la creencia de la generación espontánea se tenía como aceptable, sosteniendo que la vida podía surgir del lodo, del agua, del mar o de las combinaciones de los cuatro elementos fundamentales: aire, fuego, agua, y tierra. Aristóteles propuso el origen espontáneo para gusanos, insectos, y peces a partir de sustancias como el rocío, el sudor y la humedad. Según él, este proceso era el resultado de la interacción de la materia no viva, con fuerzas capaces de dar vida a lo que no tenía. A esta fuerza la llamó entelequia.
Hasta la mitad del siglo XVII, la mayor parte de la gente aceptó la hipótesis de la generación espontánea.
Francisco Redi (1626-1697), un médico y científico italiano, no estaba convencido de que las moscas salían de la carne podrida. Redi observó que las moscas se posaban en la carne podrida. También observó que en la carne aparecían pequeños organismos blancos parecidos a gusanos. Estos gusanos se comían la carne podrida. Eventualmente, los gusanos dejaban de moverse y se convertían en pequeñas estructuras ovaladas. Redi colocó algunas de estas estructuras en frascos de cristal y los cubrió. Después, notó que de estas estructuras salían las moscas. Estas moscas se parecían a las moscas que había observado antes en la carne podrida. Redi formuló la hipótesis de que las moscas que se habían desarrollado de los gusanos eran la progenie de las moscas originales.
Redi diseñó un experimento para determinar si se desarrollaban gusanos en caso de que no se dejara a ninguna mosca entrar en contacto con la carne. Puso carne en ocho frascos. Cuatro de ellos permanecieron abiertos. Selló los otros cuatro frascos. En los frascos abiertos, observó que había moscas continuamente. Después de un corto período de tiempo, había gusanos solo en los frascos abiertos. Redi llegó a la conclusión de que los gusanos aparecían en la carne descompuesta solo si las moscas habían puesto antes sus huevos en la carne.
Los experimentos de Redi presentaron evidencia en contra de la hipótesis de la generación espontánea. Sus opositores alegaron que no se había permitido que el aire entrara a los frascos sellados. Ellos decían que la falta de aire evitaba que hubiera generación espontánea. Redi rediseñó su experimento y usó cubiertas. Estas cubiertas permitían que entrara el aire, pero dejaban fuera las moscas. No aparecieron gusanos en los frascos cubiertos de esta manera.
En 1745, John T. Needham, religioso jesuita y naturalista inglés, sostenía que había una “fuerza vital” que originaba la vida (Generación Espontánea) la cual argumentó con elegantes experimentos de índole científica; idea que fue apoyada por varios naturalistas que encontraron una fuerte oposición con el surgimiento de la teoría de la Biogénesis (la vida surge de la vida misma).
Lazzaro Spallanzani (1729-1799) naturalista e investigador italiano repitió los experimentos de Needham. Spallanzani tuvo particular cuidado al hervir las mezclas y al llenar los frascos. Usó corchos para tapar la mitad de los frascos. Selló herméticamente la otra mitad de los frascos. Spallanzani observó que los seres vivientes aparecieron solamente en los frascos tapados con corcho. Presentó este experimento como evidencia de que no hay generación espontánea. Pero los abiogenistas, proponentes de la generación espontánea, señalaron que se había excluido el aire de los frascos sellados. Sostenían que el aire era esencial para que hubiera generación espontánea. Los biogenistas, sin embargo, creían que el aire era la fuente de la contaminación y había que excluirlo
En 1860, la polémica entre abiogenistas y sus contradictores se había hecho tan intensa que la Academia de Ciencias Francesa ofreció un premio a quien pudiera resolver la controversia.
Louis Pasteur (1822-1895), un microbiólogo y químico francés lo ganó con una serie de experimentos tan bien diseñados que no permitían dudar de que la vida no surgiera de la nada.
Pasteur utilizó recipientes con cuellos largos y curvos, en los que colocó un caldo que había hervido durante algunos minutos. Al retirarlo del fuego, el aire entraba por el cuello, pero los microbios quedaban atrapados en él, lo que impedía que contaminaran el líquido y permitía conservarlo estéril indefinidamente. Sólo cuando se rompía el cuello, aparecían organismos en el caldo. Con esto, Pasteur derribó definitivamente la teoría de la generación espontánea, pues demostró que los organismos sólo aparecían cuando había aire contaminado.
Esta historia de dos siglos, de fines del XVII a fines del XIX, y de Leeuwenhoek a Pasteur, llevó a la certeza actual de que los seres vivos provienen de otros seres vivos y no de la materia inanimada. La ciencia actual, sin embargo, no está en condiciones de explicar el origen primero de la vida.
Los experimentos de Redi confirmaron la hipótesis de la biogénesis, los cuales se enfrentaron en distintos momentos y con distintos experimentos para apoyar cada una de sus posturas hasta que finalmente con la precisión científica que caracterizó los experimentos de Louis Pasteur logró definitivamente dejar de lado la idea de que la vida pudiera surgir por “generación espontánea”.

jueves, 14 de enero de 2010

Teoría Neodarwinista

En 1937, Theodore Dobzhansky publica su libro "Genética y el Origen de las Especies" donde incorporó a la teoría de Darwin, los postulados de las leyes de Mendel además de los conocimientos que ya se tenían sobre genética, bioquímica y paleontología, haciendo una síntesis y resultando en la Teoría Sintética de la Evolución o Neodarwinista. Ésta se basa en los cambios evolutivos que se llevan a cabo en las poblaciones, y no en los individuos (hay que recordar que Darwin únicamente observó las variaciones en los organismos).
Un organismo nace, crece y con el tiempo muere, a través de su vida los individuos pueden sufrir cambios, pero su constitución genética permanece constante. Por otro lado, la constitución genética de una población puede variar de una generación a otra mediante procesos internos (mutaciones y recombinación génica) y procesos externos (selección natural y aislamiento reproductivo).
Sus afirmaciones básicas son:·
Tal y como sostuvo Darwin, la evolución ocurre por selección natural.
La variabilidad genética en una población se debe a la existencia de mutaciones.
La selección natural actúa sobre las poblaciones y no sobre individuos aislados.·
La evolución ocurre a lo largo de miles y millones de años.
Los cambios que se producen en las especies son pequeños y graduales.

TEORÍAS TRANSFORMISTAS

Teoría de la Selección Natural
Los británicos Charles Darwin y Alfred Russel Wallace trabajaron de forma independiente, realizaron extensos viajes y, casualmente, desarrollaron la misma teoría acerca de cómo cambió la vida a lo largo del tiempo así como también el mecanismo para ese cambio: la selección natural.
Darwin (1809-1882) nació en Shrewsbury, Inglaterra e hizo estudios inconclusos en medicina y para clérigo. Tanto su abuelo Erasmus Darwin como su padre Robert W. Darwin, eran médicos renombrados. Ambos ejercieron sobre él una gran influencia.
Darwin era aficionado a la geología, lo que le permite más adelante hacer interpretaciones sobre los estratos geológicos en los procesos de fosilización. El Almirantazgo Británico realizó una expedición cartográfica alrededor del mundo, e invitó a Darwin a realizar estudios sobre botánica, zoología y geología. A la edad de 22 años, Darwin se embarcó el 27 de diciembre de 1831 en el H.S.M. Beagle. El viaje duró 5 años, comenzando por las costas de Sudamérica y luego alrededor de todo el mundo.
Darwin colectó especímenes de plantas, animales y fósiles y realizó extensas observaciones geológicas. Se percató que había una gran diversidad de especies de plantas y animales en las costas tropicales a diferencia de las especies europeas. En un principio, estaba convencido de la invariabilidad de las especies, sin embargo al advertir la gran diversidad empezó a dudar de ello. Cuando desembarca en las islas Galápagos, frente a Ecuador, observó las especies de pinzones y tortugas gigantes y advirtió sus adaptaciones a los diferentes hábitats isleños, qué, aunque emparentadas entre sí, las formas estaban diferenciadas.
Darwin sabía que el hombre había podido producir diversas y múltiples formas de vegetales y animales domesticados por medio de la selección artificial (por ejemplo, variedades de maíz, razas de perros, etc.). Este es un modelo de lo que ocurre en la naturaleza como resultado a cambios parecidos de las fuerzas naturales durante largos períodos de tiempo.
Darwin estaba convencido que las especies de animales se desarrollan en direcciones muy diversas tan pronto como se aíslan geográficamente unas con otras (principio de la idea de la variabilidad). Sin embargo no sabía el mecanismo de cómo se llevaba a cabo, hasta que llegó a sus manos el libro “Ensayo sobre el Principio de Población”, de Robert Thomas Malthus (1766-1834). Éste menciona que mientras las poblaciones humanas crecen en una proporción geométrica (por ejemplo, 4, 8, 16, 32, etc.), los alimentos crecen en una progresión aritmética (por ejemplo, 2, 4, 6, 8, etc.) lo que trae como consecuencia las guerras y la muerte por hambruna. Darwin pensó que en el reino animal pasaba lo mismo, que los animales tenían que competir entre los de su misma especie y con los de distintas especies para sobrevivir, deduciendo la “lucha por la existencia” (principio del pensamiento maltusiano)
Darwin observa que los animales depositan miles de huevos, sin embargo la población permanece constante, y concluye que casi todos mueren a una edad temprana y únicamente los individuos más fuertes, rápidos, astutos o con buen camuflaje escapan de sus predadores, lo que no sucede con los débiles. El ambiente actúa como filtro, realiza un proceso de selección natural de los individuos, eliminando aquellos que no se aclimatan, los que sufren los embates de los agentes patógenos o la competencia (principio del concepto de la selección natural).
Darwin plasmó lo anterior en su obra, pero sus planes se vieron frustrados por Alfred Russell Wallace (1823-1913). Wallace pasó muchos años en Sudamérica recolectando animales para los museos ingleses. En 1854, abandonó Inglaterra para estudiar la historia natural de Indonesia. Al hacer un recorrido por el Archipiélago Malayo observó que su fauna se asemejaba a las especies de Asia. De esta manera dedujo que las especies podían transformarse y en julio de 1858 publica sus ideas en un artículo, el cual, define por primera vez el rol de la selección natural en la formación de las especies. Al revisar la obra de Malthus, llega a la misma conclusión que Darwin en la lucha por la existencia en el reino animal.
Wallace envía a Darwin un manuscrito en que detalla que sus conclusiones eran iguales a su aún no publicada teoría. Con conocimiento de causa, Darwin se apresuró en publicar, el 24 noviembre de 1859, su mayor tratado, El Origen de las Especies después de 21 años, pues había proyectado su publicación para después de su muerte. En la Sociedad Linneana, se leen primeo los textos de Darwin seguidos por los de Wallace. Debido a este evento, Wallace coautor de la teoría de la Selección Natural, permanece en el olvido hasta nuestros días. Si bien esta teoría se le atribuye generalmente a Darwin, es justo y necesario mencionar que ambos, Darwin y Wallace, la desarrollaron.
Un punto crucial de las teorías darwiniana y lamarckiana es que no explican adecuadamente las variaciones que presentan los individuos y que tienen que ser forzosamente heredadas; en caso contrario, únicamente afectaría a un grupo numeroso de organismos, pero no al total de la especie.
Mendel, publicó en 1866 sus descubrimientos sobre las leyes de la herencia, sin embargo, Darwin nunca tuvo conocimiento de tales investigaciones lo que le impidió comprender la relación existente entre la selección natural y “los efectos del uso y del desuso”.
En resumen, podemos considerar las ideas de Darwin en cuatro puntos:
1. Las especies se originan unas de otras por una serie de variaciones y mutaciones aleatorias, las cuales han ocurrido a lo largo del tiempo.
2. El proceso evolutivo es continuo y gradual en todos los individuos, esto es, no ocurren saltos ni interrupciones, en donde una forma pase a otra muy distinta.
3. Todos los organismos semejantes están relacionados por medio de su historia evolutiva, donde se observan antepasados comunes.
4. La selección natural condiciona el curso del proceso evolutivo, es decir, la evolución de las especies no está forzada ni dirigida por una presión ajena a dicho proceso, sino que es un resultado aleatorio.

LA EVOLUCIÓN, PROCESO QUE EXPLICA LA DIVERSIDAD DE LOS SERES VIVOS

Aristóteles desarrolló su Scala Naturae, o Escala de la Naturaleza, para explicar su concepto del avance de las cosas vivientes desde lo inanimado a las plantas, luego a los animales y finalmente pone al hombre en la "cumbre de la creación".
En la Edad Media se aceptaba la tradición judeocristiana, es decir lo que decía el Génesis del Antiguo Testamento, con su especial creación del mundo construido literalmente en seis días.
Teorías Fijistas
Estas teorías, sostenidas hasta el siglo XVIII, pretendían darle forma científica a la explicación bíblica sobre la creación (también se les llamó creacionistas). Afirmaban que no hay procesos de cambio, que las características de los seres vivos habían permanecido invariables y que el número de especies en la Tierra siempre había sido igual, desde que éstas fueron creadas.
El arzobispo irlandés James Ussher, a mediados del siglo XVII, calculó en 5,000 años la edad de la Tierra basado en la genealogía del Génesis. De acuerdo a sus cálculos, la Tierra se formó el 22 de octubre del 4004 a.C. Los geólogos modernos calculan que la edad de la Tierra es de aproximadamente 4,500 millones de años.

Teoría del catastrofismo.
CuvierSegún George de Cuvier (1769-1832), los seres vivos fueron creados por Dios, pero algunos desaparecieron como consecuencia de diferentes cataclismos (el más reciente, el diluvio universal), acaecidos en épocas remotas que acabaron con la fauna y flora existentes. Las que sobrevivían permanecían invariables y tras cada catástrofe se producía una nueva creación divina. Llegó a contabilizar 27 creaciones, apoyándose en la reconstrucción de huesos fósiles. De esta manera explicaba la existencia de organismos extintos que se conocían sólo por sus restos fósiles.

Teorías transformistas
Las ideas transformistas o evolucionistas establecen que las especies derivan unas de otras por una transformación a través del tiempo, que las especies no han aparecido de la noche a la mañana y que deben tener antecesores.
George de Buffon (1707-1788) propuso que las especies (pero solo las no creadas por acción divina) pueden cambiar. Esto fue una gran contribución al primitivo concepto de que todas las especies se originaban de un creador perfecto y por tanto no podían cambiar debido a su origen.
En 1795, James Hutton, expuso la teoría del uniformismo, que planteaba que ciertos procesos geológicos operaron en el pasado de la misma forma que lo hace hoy en día. Por lo tanto muchas estructuras geológicas no se explicaban con una Tierra de solo 5,000 años.
Durante el siglo XIX El británico Charles Lyell refinó las ideas de Hutton, y concluyó que el efecto lento, constante y acumulativo de las fuerzas naturales había producido un cambio continuo en la Tierra, su libro “Los Principios de la Geología” tuvo un profundo efecto en Charles Darwin y Alfred Wallace. Tanto Hutton como Lyell ofrecieron la explicación del tiempo para la evolución.

Teoría de la herencia de caracteres adquiridos.
LamarckEl naturalista francés Jean Baptiste Lamarck (1744-1829), examinando fósiles, estimó que por milenios algunas especies permanecieron sin cambios y otras se transformaron estableciendo que los organismos más complejos evolucionaron de organismos más simples preexistentes. Concluyó que las especies cambian a través del tiempo al adaptarse a nuevos ambientes y que los padres pasan sus rasgos a sus hijos.
En 1809, Lamarck fue el primero en presentar una teoría que explicaba que las especies provenían de otras mediante cambios sucesivos, la teoría de la herencia de lo caracteres adquiridos, que consta de dos principios: la ley del uso y el desuso y la teoría de los caracteres adquiridos.
La ley del uso y el desuso plantea que los organismos se ven obligados a utilizar determinados órganos con mayor o menor intensidad; por su uso o desuso los órganos tienden a formarse, desarrollarse o atrofiarse. En la teoría de los caracteres adquiridos el ambiente y las circunstancias influyen en la forma y estructura de los seres vivos. Estas modificaciones llevan al animal a la adquisición de nuevos hábitos, y en consecuencia forman de nuevas estructuras o modifican algunas partes del cuerpo (el principio de la función crea al órgano). Como ejemplo planteó que el cuello de los ancestros de las jirafas era mucho más corto que el de las jirafas actuales. Al tratar de alcanzar las hojas de los árboles, las jirafas estiraban sus cuellos, y por ello se hicieron un poco más largos. La teoría establece que los caracteres adquiridos durante la vida de un individuo se heredan, es decir, se transmiten a la progenie. El rasgo “cuello largo” que las jirafas adquirían pasaba a sus descendientes y así los hijos tendrían el cuello mucho más largo que los progenitores.

Lamarck falló en su creencia de que los padres podían pasar sus características adquiridas a sus descendientes. En la actualidad esta idea ha sido superada, pues el ámbito de la genética no se conoció bien hasta después de su muerte. En la actualidad ningún científico acepta las teorías de Lamarck, ya que se sabe que los caracteres adquiridos no son heredables. Tampoco se admite que exista una "dirección predeterminada" en la evolución.

lunes, 11 de enero de 2010

QUÉ ES LA EVOLUCIÓN BIOLÓGICA?

En el sentido más amplio, la evolución es meramente una serie de cambios que se presentan a lo largo de la línea del tiempo. Y este proceso involucra prácticamente a todo cuanto existe y es objeto de estudio por parte de la ciencia desde el momento en que estudia y analiza la evolución del mismo Universo. Desde esta perspectiva, todo lo que existe en el universo es objeto de su propio proceso evolutivo. Así entonces, la evolución biológica es un cambio en las propiedades de las poblaciones de organismos que va más allá de la vida individual de cada ser. Los cambios considerados como evolutivos son aquellos que pueden heredarse a través del material genético, de una generación a la siguiente. La evolución biológica puede ser imperceptible o trascendente; desde cambios sutiles en la proporción de diferentes alelos dentro de una población (tal como los que determina el grupo sanguíneo) hasta las alteraciones sucesivas que marcan el desarrollo desde el organismo más primitivo hasta los seres vivos más complejos.
La evolución es el gran principio unificador de la Biología, sin ella no es posible entender ni las propiedades distintivas de los organismos, sus adaptaciones al medio ambiente; ni las relaciones de mayor o menor proximidad que existen entre las distintas especies.
La historia de la vida es una historia de extinciones y muerte, con unos pocos supervivientes. El 99.9 % de las especies que han existido alguna vez sobre este planeta están hoy extintas.
La evolución es un concepto asombroso e importante, más crucial actualmente para el bienestar humano, para la ciencia y para nuestra comprensión del mundo que nunca antes. Es también profundamente convincente. Las pruebas que la sustentan son abundantes, crecientes, sólidamente conectadas y fácilmente disponibles en museos, libros y revistas populares y de texto, y en un cúmulo de estudios científicos evaluados por expertos de todo el mundo. Nadie tiene por qué aceptar al proceso evolutivo como una cuestión tan solo de pura fe.