El siglo XX y los inicios del siglo XXI, han sido campo de un desarrollo sin precedente en la ciencia y la tecnología, en lo general y en la Biología, en lo particular. Los paradigmas científicos dentro de esta ciencia, fueron el instrumento teórico para profundizar en los conocimientos de los seres vivos. Otros elementos que contribuyeron al desarrollo fueron los inventos en materia de aparatos e instrumentos y sus técnicas derivadas.
Los seres vivos son sistemas tan complejos que es posible estudiarlos desde diferentes ángulos, los cuales, a su vez, definen las diferentes especialidades dentro de la Biología: la citología que estudia las células; la histología, los tejidos; la fisiología, las funciones; la botánica, las plantas o la zoología, los animales.
La Biología ha avanzado no sólo en sus ramas clásicas, sino que sus problemas son cada vez más interdisciplinarios; por ejemplo, los de las neurociencias, ya que el conocimiento de la fisiología del sistema nervioso central y en particular la del cerebro, involucra a fisiólogos, bioquímicos, biomatemáticos, biólogos moleculares, inmunólogos. Lo mismo sucede en los campos de la ingeniería genética y la biotecnología.
De todos los campos de la Biología, los que más se han desarrollado en nuestro tiempo, son, fundamentalmente, los que se relacionan con objetos experimentales y resuelven necesidades sociales prácticas, como en el caso de la producción de alimentos y medicinas o el control y cura de enfermedades. Entre estos campos experimentales se encuentran la Fisiología Experimental, que estudia el funcionamiento de los sistemas vivos en sus diversos niveles de organización y su integración; la Bioquímica, la Biofísica y la Biología Celular que estudia la estructura física y química de los sistemas vivos y la relación de esa estructura con su funcionamiento; la Ingeniería Genética estudia la información genética para manipularla, la Biotecnología que estudia bacterias, hongos, algas de manera que pueda modificarse su actividad o fisiología para que las células produzcan mayores cantidades de ciertas sustancias que habrán de usarse en la industria.
En el desarrollo de la ciencia moderna y en nuestro caso de la Biología, los nuevos conocimientos, obligan a la reflexión ética, pues progresos como la manipulación genética de las especies con la donación o la producción de alimentos transgénicos han provocado serios debates internacionales por el uso que puede dárseles. Esta reflexión nos lleva a reafirmar la idea de que el trabajo científico no es ajeno a una ideología y que es necesario realizarlo en el marco de unos valores y principios que respeten la naturaleza y la vida humana.